jueves, 29 de enero de 2015

A letter from USA




Hace varios meses le envié una carta a una escritora norteamericana de novela romántica a la que admiro profundamente. Sí, ya veis, todavía hay gente que usa el papel y los sellos de correos...
El caso es que después de leer su último libro publicado en España me quedé un poco en plan "no chicha no limonade". Al principio pensé que a lo mejor era un problema de traducción, aunque me extrañaba porque la traductora en cuestión era la misma que de otras novelas anteriores que me habían encantado. Aún así entré en Amazon y me compré el libro en inglés. Cuando lo terminé la sensación fue la misma.
Así es que cogí papel, pluma y le escribí una carta a la autora diciéndole que no estaba muy contenta con lo que había leído (hago estas cosas con frecuencia tanto para felicitar como para mostrar mi insatisfacción). Traté de argumentar mi discurso lo mejor que pude destacando las partes que me habían gustado y también haciendo hincapié en las que consideraba que se le había ido un poco la historia. Luego la envié y me olvidé del tema.
Para una autora que vende millones de ejemplares cada día en todo el mundo, que una tipa de España a la que conocen en su casa a la hora de comer le diga lo que le ha parecido su libro debe de ser algo así como la picada de un mosquito tigre en el culo de un elefante. Insignificante, vamos. Ahí quedó la cosa... Hasta hoy.
Acaba de venir el cartero a casa con una carta procedente de USA, Al principio he pensado que el buen hombre se había equivocado de piso pero el sobre llevaba mi nombre y dirección perfectamente escritos. Al abrirla me he quedado de piedra. Contenía dos sobres en su interior. Uno de una editorial en la que cualquiera que se precie mataría a su abuela por poder publicar con ellos en Estados Unidos y otro escrito a mano en el que solo aparecía mi nombre.
En la primera carta se me piden disculpas en un tono muy cordial y se ponen a disposición mía por si necesito cualquier cosa. En shock he entrado, vamos. Pero es que con la segunda me ha dado un parraque del que todavía me estoy recuperando. La autora, de su puño y letra, me responde a todas las cuestiones que le planteaba en mi carta. Me dice que sus "lectores de español" compraron mi novela en Amazon, que se ha quedado "very impressed  by their comments" (vamos que ha molado el tema) y que siga escribiendo.
Ahora estoy aquí sentada alucinando y pensando cuánto nos queda por aprender...

miércoles, 28 de enero de 2015

Cosas que me emocionan



Se llama Olga. Es invidente.  Nos conocemos desde hace cinco años. Ella vende cupones de la ONCE en la esquina de la calle en la que vivo. Nuestra relación comenzó por casualidad porque yo no suelo jugar a ninguna de estas cosas. Me oía hablar con mi hijo cada mañana al ir al colegio y al principio sonreía. Poco a poco empezamos a intercambiar alguna frase amable o un comentario sobre el frío o la crisis. Con el tiempo Olga me recibía con una sonrisa antes de que llegara al pequeño kiosco en el que trabaja. Decía que olía mi perfume y sabía que era yo. Con el paso de los años nos hemos ido contando pequeños retazos de nuestras vidas en los minutos que compartimos cada día.
Esta mañana he visto que estaba acompañada.  La he saludado como siempre y ella me ha sonreído.

- Mira te presento a mi hija Carmen.
- Encantada- he respondido ante una joven de veinti pocos años además muy guapa.
- Anda hija saca el libro y que nos lo firme.

Yo me he quedado ahí plantada sin entender de qué iba la cosa. Unos segundos después Carmen me tendía un ejemplar de "Bésame mucho" y un bolígrafo. Estaba tan sorprendida que he abierto el libro por la primera página sin saber bien qué hacer.

- Ponme algo bonito- ha dicho Olga con una de esas sonrisas maravillosas suyas.- Que luego se lo haré leer a mi hija una y otra vez.

Me he esforzado por ser creativa a la hora de firmar el libro. ¿Cómo dedicarle una novela a una persona a la que conoces tanto y tan poco al mismo tiempo? Al final me ha venido la inspiración y he podido escribir algo con más o menos coherencia.

- Me lo está leyendo ella cuando tenemos un rato libre- ha dicho Olga siendo consciente de que me estaría preguntando cómo se las iba a ingeniar para conocer la historia de Óscar y Marga.
- Eso no es así- ha protestado su hija con cariño. - La tienes completamente enganchada y me tiene leyendo en voz alta a todas horas. Además me hace repetirle las escenas especialmente eróticas dos o tres veces. ¡¡Una hija no debería leerle estas cosas ha su madre!!- ha añadido entre risas.

Hemos conversado un poco más sobre la novela, las partes que faltan por publicar y me he ido de allí con una sonrisa tonta en los labios así como con la reafirmación de esa frase que tantas veces dice mi madre: "Querer es poder".

martes, 27 de enero de 2015

Entrevista en ETV Llobregat






Hoy os dejo una entrevista que me hicieron anoche en el programa "Liders" de ETV Llobregat. Quisiera dar las gracias a todas las personas que han hecho posible esta entrevista, en especial a Ariadna Comas, presentadora de este espacio, por su cariño y profesionalidad a la hora de hablar de "Bésame mucho". Espero que volvamos a coincidir pronto y que vosotros, los lectores, podáis conocer algo más tanto la novela como a mí. 




lunes, 19 de enero de 2015

El panadero



Bajas a por el pan. La panadera no está pero sí un señor bastante atractivo. Le pides dos barras y le sonríes. El tipo se te queda mirando y te dice:
- Oye tú eres la escritora del libro ese que se está leyendo mi mujer, ¿verdad?
Tú te quedas con cara de no saber qué contestar porque no sabes si el tipo te va a dar las gracias o a soltar cualquier cosa. Al final respiras hondo y le respondes.
- Sí soy yo.
El tipo sale de detrás del mostrador, se te acerca despacio... Tú piensas ¡ay Dios! Entonces el tipo te estampa dos besos en la cara y te abraza tan fuerte que apenas puedes respirar.
- No sabes qué bien nos está sentando tu novela. ¡¡Gracias¡¡¡
Y tú sales de la panadería con dos barras que no te han dejado pagar, colorada como un tomate y con una sonrisa tonta en la cara.