viernes, 31 de julio de 2015

Morir de risa


Estaba esperando mi turno para la manicura cuando ha entrado un señor en el salón de belleza. Enseguida todos lo hemos mirado con más o menos interés. En mi caso solo lo he visto de reojo porque estaba muy entretenida corrigiendo una novela.
El tipo se ha acercado al mostrador de la recepción.

- ¿Me puedes dar hora para depilarme?

Al oír eso lo he mirado de arriba abajo y me he encontrado con unas piernas en fin.... indescriptibles. He sonreído para mis adentros y he hecho como si nada. Pero la señora que estaba al lado haciéndose una pedicura estupenda no se ha podido controlar.

- Una hora dise. No tiene guasa ni ná el amigo. Con esas piernas tendríais que darle el fin de semana entero- ha murmurado con cierta discreción.

Y encerrada llevo en el baño diez minutos sin poder controlar la risa....